martes, 25 de septiembre de 2012

La contradicción del aula


En nuestra breve infancia,
la lucidez efectiva
que transita las entrañas
se desvanece al instante
en que irrumpimos al aula
donde nos piden ser excelsos,
ordenados, quietos,
y rechazan el genio
de quien no toma agua en vaso
del que rompe el vaso
y se corta, y sangra
y moja la herida con agua para sangrar más.
Yo no me mojo, no puedo mojarme porque me ahogo.
Me ahogo en la sangre y en el agua, y en todos los fluidos corporales de mi cuerpo.
Y entonces dejo de sangrar porque ya no quedo. Mi sangre se mezcló con el resto de los fluidos de las otras personas que se desangraron y deshidrataron de tanto sudar la rabia. Ya no siento porque estoy congelada, soy un híbrido. Me quitaron la rabia y no me tengo. No escucho, porque el agua me perforó los oídos. No escucho nada porque escucho todo el ruido y todos los gritos, mis gritos, porque el agua me entro al cerebro. Se me ablandó el cerebro y ahora es atún enlatado en aceite.


ADIÓS PARA SIEMPRE COLEGIO DE MIERDA AJAJAJA

domingo, 2 de septiembre de 2012

los humanos cantan en caquístico



"Los pajaros cantan en pajarístico, pero los escuchamos en español. El español es una lengua opaca con un gran número de palabras fantasmas. El pajarístico es una lengua transparente y sin palabras" (J. L. Martínez).

Tuve un monstruo y lo perdí

en la quebrada del alelí
tuve un monstruo y lo perdí
en la punta de tu nariz


atravesó los meridianos para morir cerca de aquí
atravesó mil usos horarios
pa fenecer, a mi trasluz, 
en tu testus


juntos navegamos desde Dalcahue hasta Coquimbo
alli me le borró todo lo que tenía escrito
y la verdad, es que ya no escribo, 
que ya no canto, hoy sólo trino.


puso una gota de mal en mi, 
me hizo debil, me hizo feliz
puso un huevo entre mis dos cejas, 
me puso espeso, me volvío vieja


tengo un monstruo que hoy me habita, vive feliz en mis orillas
tuve un monstruo que lo encontré y lo perdí, en un safari dentro de mí
dentro de ti,
dentro de sí.


Esta canción es de Redolés y me hace llorar (lo que no es tan raro cuando escucho música, porque, no sé, y nunca voy a saber). El otro día se la mostré a un amigo y le conté lo mismo pero no supe explicarle por qué, en realidad no quise intentarlo porque parecía imposible y estaba emocionada y no quería hablar weás. Sin embargo, hoy quiero.A lo largo de mi existencia sanbernardina, es común recibir comentarios sobre mi conversar desordenado (comentario que me cae como el pico, porque ¿quién chucha habla ordenado sin ser un fome maldito?), y sí, lo acepto, soy especialmente buena pa irme por las ramas y demorarme cien años en llegar a un punto de la conversación esperado, al cual muchas veces simplemente no llego.Y este evento, ¿qué tiene que ver con la canción? Sucede que me gusta conversar tanto como pensar. Hablar me obliga a ordenar lo que pienso, y cuando pienso le encuentro sentido a lo que siento.El orden en sí mismo es bastante aburrido, pero la situación cambia cuando el objetivo de todo es hacer entender a otra persona lo que estás experimentando como individuoeternamentesolo. Creo que cuando los humanos dejamos de ser semi-imbéciles, e intentamos entender, sentir, empatizar y conectarnos con otros humanos semi-imbéciles, se deja de ser monstruos contradictorios por un segundo. Después de todo, gracias cerebro por permitirme captar toda esta belleza, y el ruido del mundo y de mí misma.Me gusta ser montruosa (y sobretodo poder percibirlo).

Así que ya saen. Si un día estamos conversando y me quedo pegadísima o empiezo a decir muchas palabras, o empiezo a divagar, alégrese (si es que le caigo bien) porque muy probablemente usted me cae bien y por eso me doy la libertad de intentar expresar inútilmente lo mucho que estoy sintiendo, o la idea que quiero compartir. Échele la culpa al lenguaje que no sirve pa expresar cosas intensas y a mi por ser robotech y ponerme tiesa con los abrazos.


atte, mojón con caca.